Es una rutina que reparte los activos más potentes, como los exfoliantes y el retinol, en un ciclo de cuatro noches, dejando espacio para que la piel descanse y se repare.
¿El objetivo?
Renovar la piel aprovechando al máximo los ingredientes activos, pero sin machacarla ni sobreexfoliarla. Es guay para todo tipo de pieles, especialmente si la tienes sensible o propensa a irritaciones, y puedes compaginarla con tu rutina normal, ajustando lo que usas según el día del ciclo.
Ahora te contamos el paso a paso de las cuatro noches por si te apetece ponerlo en práctica:
Noche 1: exfoliación
La primera noche, céntrate en eliminar células muertas para mejorar la textura y dejar la piel más suave. Con Lua de âme ¡La nueva joya de âme!
Un exfoliante suave con cristales de calcio que puedes usar en cara, cuerpo y labios.
Ideal para preparar tu piel y potenciar todos tus tratamientos âme.
Una sola fórmula, tres usos y resultados visibles desde la primera aplicación.
Noche 2: retinol
El segundo día, aplica un retinoide después de la limpieza. En el skin cycling, se usa solo una vez cada cuatro noches para que la piel aproveche todos sus beneficios sin irritarse.
Con Henko, concentrado intenso de retinol al 10% que se puede usar como sérum de noche o como booster de la crema de noche habitual. Su alta concentración de retinol permite trabajar de manera intensa todo tipo de arrugas, la firmeza, elasticidad y mejora la textura y calidad de la piel.
Noche 3 y 4: reparación y recuperación
Las dos últimas noches del ciclo son para bajar el ritmo. Después del retinol y la exfoliación, la piel necesita calma, hidratación y mimos para regenerarse bien. ¿Aliados estrella?
Lamark, sérum aceite seco de textura premium con más de 11 beneficios y Lys, Previene y trata la flacidez facial devolviendo a la piel su luminosidad, tonificación y elasticidad.
¿Lo mejor? Mientras tú duermes, tu piel trabaja. ¡Delega,reina!